Capítulo 40

Al final 
no es casualidad 
caminas con él 
frente a mi 

Pasar todo el día llorando fue lo que hice, lloraba y lloraba como nunca en mi vida creo. Tenía mucha impotencia pero no quería arriesgarme a hacer nada por miedo de que Benicio reaccione de la manera pensada, no quería que le haga nada a Peter porque se que es capaz y yo sin él me muero, aunque bueno pensando bien ahora también estoy sin él pero con la esperanza de que él se de cuenta que nunca podría hacerle esto.
Me habían estado llamando las chicas pero yo no quise ni atender, no podía hablar con ellas porque era obvio que iban a contarle a los chicos y todo se iba a volver más caótico aún. Tenía hasta un fuerte dolor de panza de los nervios que estaba pasando. 
Me metí a bañar a eso de las ocho de la noche, tanto estar en el sillón llorando y sin comer había hecho que la cabeza me explotará, un baño era justo lo que necesitaba.
Cuando fui a la cama fue peor, mis lágrimas no se pudieron contener, faltaba él durmiendo del lado de la ventana, con su ropa que dejaba siempre en la silla del costado y su sonrisa compradora para que me acueste. Mi celular empezó a sonar otra vez, no era una llamada sino que se trataba de un mensaje de texto.
Mensaje de Peter para Lali:
- No entiendo nada. Lo único que siento es dolor y más dolor. Lamento no haber sido lo que vos querías para tu vida. Quiero que sepas que te ame con todo mi corazón. Hasta siempre! 
Quise contestar pero no me andaba para responder mensajes, primera vez que me pasaba algo así. Intenté reenviarlo unas tres veces pero nada.
A los diez minutos de seguir llorando, apague la luz del velador e intente darme vuelta para poder dormir, lo extrañaba y mucho.

La ciudad 
se queda sin sol 
no existe razón 
pero todo acabó 

Así pasaron dos días sin tener contacto con nadie, solo con mi cama y Benicio que se aparecía a cada rato. Yo no sabía como más comportarme con él para que se diera cuenta que ya fue lo nuestro, que no estaba más enamorada de él pero le tenía mucho miedo.
Salí de la cama para comer algo, no tenía nada de hambre pero era importante que me alimente bien. En eso que estaba comiendo una tostada con queso empiezan a tocar timbres largos, ya sabía quién era. 
Lali: -abrí- otra vez
Benicio: si otra vez. Va a ver miles de veces
Lali: podes cortarla un poco con todo esto?
Benicio: no -comió una de mis tostadas- ricas eh
Lali: Benicio dejame sola un rato
Benicio: no va a ser posible. Vine a estar todo el día con vos.
Lali: porqué me la haces tan complicada? Ya te dije que la cortes
Benicio: sabes dónde esta Peter ahora? En el banco, llego cinco minutos atrasado. Se ve lindo con su traje.
Lali: dejalo en paz ya no estoy con él como vos querías
Benicio: hay se te llenan los ojos de lágrimas. Que enamorada
Lali: si estoy super enamorada. Nunca lo voy a dejar de amar
Benicio: veremos. Me haces un café?
Lali: no te pienso hacer nada
Benicio: -mira su reloj- a las dos sale Peter de trabajar no?
Lali: ya te hago, ya te hago el café. Quedate acá, no te muevas.
Fui a hacerle el café como él quería, Benicio se puso en el sillón a ver televisión con el pies en la mesa chiquita cosa que odiaba con todo mi ser, bueno además de él. Cuando le lleve lo que quería tomar, empezó a sonar mi celular. Benicio miro enseguida la pantalla de mi blackberry, vio que era mi papá y se quedó atento a lo que yo decía. 
Lali: hola pa
José: por fin hija. Dónde estás?
Lali: en mi departamento. No escuché cuando me llamaste ayer
José: ah bueno. Estoy trabajando y hable recién con Peter
Lali: de?
José: me contó que están separados
Lali: es verdad
José: qué paso?
Lali: cosas nuestras papi pero yo estoy muy bien -tenía la voz a punto de quebrar-
José: entonces me quedo tranquilo. A Peter no lo noto nada bien
Lali: ah no?
José: y no. Te quiere un montón
Lali: yo también papá te amo. Te dejo si
José: eh?
Lali: después te llamo. Saludos a Caro
José: bueno hija. Beso y cuidate -corté-
Benicio: Lali me traes más pan con mermelada?
Lali: que te pensas que soy tu mucama?
Benicio: me parece que no entendes que no estás en condiciones para negarte a nada conmigo
Lali: te odio. Sabelo -fui hasta la cocina-

Cuando un amor se termina 
el mundo que te di 
se vuelve contra mi.